jueves, 7 de agosto de 2014

Los elefantes también lloran.

Desde hace muchos años, he escuchado que los elefantes lloran la muerte de sus congéneres y que regresan al lugar en donde yacen sus restos. En alguna que otra ocasión, viendo algún documental sobre estos enormes mamíferos, pude ver parte de este ritual y observar como desde el ojo de un coloso paquidermo caían varias lágrimas. Cuando estos gigantes van a morir, son conscientes de ello y no se sabe porque extraña razón, se dirigen hacia el agua, qué casualidad, el agua, que moja (véase El agua; lo bueno puede ser malo y lo malo, ser mejor, http://elsillondesuini.blogspot.com.es/2014/07/el-agua-lo-bueno-puede-ser-malo-y-lo.html).

Cuando queremos sentirnos mejores que el resto de animales, afirmamos que somos los únicos con conciencia y capaces de darnos cuenta de las cosas, sobre todo de que morimos, gran error, pues estos gigantes también lo hacen y no son los únicos. 


Aparte de engrandecer la figura de los elefantes al desarrollar todo lo anterior, aparte de elevarlos un escalón en la pirámide de la importancia y la intelectualidad que nosotros, los seres humanos, fijamos de forma injusta, si estos paquidermos son capaces de darse cuenta de cuando dejan de existir en este mundo, son capaces de darse cuenta de que existe un período desde que nacen hasta que mueren, de que existe una vida por la que todos pasan y todos dejan antes o después. ¿Creen ustedes que los elefantes piensan que puede existir una vida después de esta?, ¿creen que lloran por la compañía que le han hecho sus congéneres en un pasado y en el fondo se alegran por la vida próspera que les espera más allá de la muerte?

Si estos animales tienen esa auto-conciencia de la que los seres humanos tanto alardeamos, creo que es bastante lógico pensar esto y podríamos hasta pararnos a considerar si los elefantes tienen creencias religiosas y de qué tipo, pues si esto fuese así, ¿serían semejantes a las nuestras o absolutamente diferentes? Sería interesante saber el mundo post-mortem en el que estos gigantes de cuatro patas creen, si es que lo hacen, por supuesto. Se imaginan lo gratificante que sería que no sólo nosotros fuésemos capaces de creer en la permanencia de algo en los seres vivos después de la muerte y de tener creencias metafísicas, místicas o espirituales, así como experiencias del mismo tipo. Esto todo es una suposición, pero si ciertamente, los elefantes pudiesen tener estas experiencias, sería fabulosa la pluralidad religiosa y metafísica, y las posibles implicaciones que esto tendría, serían realmente llamativas, ¿se imaginan una iglesia o un templo para elefantes?, ¿tienen alguna idea de cómo sería la forma de rezar de estos grandes animales?



Como cierre, me gustaría abordar una incógnita tan importante como antigua y que ha traído quebraderos de cabeza a muchos y a otros tantos. Si nosotros tenemos creencias metafísicas y religiosas, los elefantes también y, posiblemente, otros muchos animales, ¿cómo podemos saber de dónde vienen las mismas?, ¿son producto del azar, la evolución y la necesidad para poder darle sentido a una vida o hay algo más, algo sobrenatural, que haga que se den? Puede que una cosa se dé por casualidad, dos ya es difícil, pero puede ser, tres ya está casi descartado, pero bueno, ¿quién sabe?, ¿será este el caso que confirma la excepción o estará realmente causado por esa chispa mágica de la que tantos hablan y que tantas creencias sustenta?




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