George
Lucas filmó en 1977 la primera película de la saga Star Wars, empezando por el episodio IV, A New Hope y más adelante vendrían las diferentes partes, primero V
y VI y más adelante la I, II y III. Escapando del cine, que es muy bello, pero
que no es un tema que nos atañe demasiado, nos dirigimos hacia la cultura y las
creencias de los Caballeros Jedi, que
eran prácticamente los protagonistas de esa saga de películas.
Hace no
mucho más de 10 años, un grupo de personas iniciaron una religión llamada
Jediismo o Jedaísmo basada en los preceptos y principios latentes en la saga de
La Guerra de las Galaxias, en un
primer momento estas personas hicieron esto por divertirse, un poco en broma,
pero lo que ellos no sabían era que más adelante y con el transcurso de los
años, esa religión de broma se convertiría en la segunda religión de Nueva
Zelanda con 53.000 personas en sus
filas, representando al 1.5% de la población del mismo país, ni tampoco podrían
saber que en el Reino Unido, mayoritariamente de creencias ateas o en su
defecto católicas o anglicanas, el número de Jediístas sería de 390.000 en el
año 2001, más de un 0.7% de la población.
Lo que ha
permitido mayoritariamente la transmisión de esta doctrina Jedi, ha sido la sociedad de la comunicación en la que vivimos hoy
en día, ha sido internet. Podemos afirmar con datos fiables que el número de
seguidores de esta religión en el mundo hoy en día es de más de 700.000, lo que
hace pensar que no es ninguna tontería o que si lo es, hay demasiados tontos en
el mundo, pero yo que creo en la raza humana descarto esta segunda hipótesis y
me quedo con la primera.
El Jediismo
combina elementos de diferentes religiones y filosofías; por ejemplo, una parte
de su filosofía se cree que viene de la masonería y que consiste en la búsqueda
de la iluminación, en la búsqueda de uno mismo, de mi yo. También se compone
por nociones de la mayoría de las grandes religiones orientales, como son el
Taoísmo, el Confucionismo, el Código del Bushido
y sobretodo del Budismo, tanto del japonés como del tibetano y chino.
Los
seguidores de esta doctrina se dan cuenta de que en el universo hay un orden
preestablecido y eso debe de ser por algo que así lo permite y ese algo es el Chi, el Ki, el Tao, Dios o como
se le quiera llamar. Para los Caballeros
Jedi existe una fuerza, a la que llaman La
Fuerza, de la que el mundo surgió y que se encuentra presente en todo lo
que existe, tanto en el universo como en cualquier ser vivo por insignificante
que nos parezca; esta fuerza está contenida en cualquier objeto, en cualquier
criatura y se puede sentir por medio de la meditación, tal cual lo que el
Budismo expresa.
Los Caballeros Jedi afirman que existen unos organismos de tamaño microscópico que se encuentran en las células en un número variable y que viven en simbiosis con los seres vivos y sirven para interactuar con La Fuerza, son los midiclorianos. Cuantos más midiclorianos posea una criatura, más posibilidades tendrá para usar La Fuerza.
Existen seres con un número muy elevado de midiclorianos por célula, como el maestro Yoda que tenía 20.000; estos seres son muy sensibles a La Fuerza y si se les entrena de la forma correcta se podrán convertir en Jedis.
Poco se sabe de la ética y la moral jediistas, pero consideran que nunca
se debe intentar algo, ya que no se emplearían toda nuestra Fuerza en hacerlo, lo que se debe es
utilizar toda la fuerza y estar convencido de que lo vamos a lograr, sino lo
logramos y perdemos, moriremos en el intento por nuestra causa, aun pudiendo
estar equivocados, seremos derrotados con honor, lo importante aquí entonces es
la voluntad de la acción y no el resultado, aunque a nadie le guste perder
obviamente.
"No, no lo intentes, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes."
Los Caballeros Jedis temen caer en el lado
oscuro y consideran que existen dos caras de la moneda, el Bien y el Mal, los
cuales son dos opuestos y de los cuales no podemos permanecer en el medio, en
la incertidumbre de cual elegir, debemos ir hacia uno, porque sino entre ellos
dos nos machacan y acaban con nuestra voluntad; el Bien es la luz, el mal es el
tan famoso Lado Oscuro, al que
cualquier pensamiento negativo, ira o acción mal intencionada nos lleva, como
dice muy correcto Yoda: “El miedo
lleva a la ira, la ira lleva al odio y este al sufrimiento.”
Los deseos
políticos de los jediístas son muy sencillos, pretenden crear una república
universal, donde todos los pueblos vivan en armonía y en paz, es decir son
cosmopolitas como los sabios estoicos que deseaban instaurar una democracia
universal en la que no hubiese distinciones de raza ni estatus y en la que tanto
bárbaros como griegos tuviesen la misma voz y el mismo voto.
"Que la fuerza os acompañe."