lunes, 26 de mayo de 2014

Esclavos de lo que necesitamos escuchar, el fútbol maquiavélico y las estúpidas exigencias a los políticos.

Desde que tengo uso de razón, tengo gusto por escuchar unas cosas y escuchar otras me causa disgusto. Hace poco, el Real Madrid ganaba la Uefa Champions League, cosa que en mi persona causa una profunda pena por varios motivos; el gusto por el buen fútbol, el gusto por el esfuerzo, el reconocimiento del trabajo bien hecho, la humildad, el espíritu antimadridista que por un motivo u otro se ha ido labrando en mí a lo largo de los años. Pero, bien, ¿por qué hablo de fútbol sino es algo serio ni tiene nada que ver con la intelectualidad? Quien piense esto se confunde, siento decirlo, el fútbol es un deporte, sí, como otro cualquiera, quizá, pero está tan relacionado con nuestras vidas y tan insertado en la sociedad, que es imposible tocar el tema que pretendo sin tener al fútbol en consideración.

12 años sin ganar una copa de Europa, digna racha negativa de un Benfica, un Bayer Leverkusen o incluso una Juventus, pero no del todo poderoso equipo con sede en medio del Paseo de la Castellana que tanto alardea de señorío y buen juego. Miles y millones de madridistas llorando y gritando, sufriendo porque necesitaban ver algo que les llenase la vida, algo que les causase gusto, nada más y nada menos que La Décima; "queremos la Décima", "queremos títulos", "queremos ganar", o lo que es lo mismo, conseguid cosas importantes, da igual cómo, lo que queremos es obtenerlas, nada más, no nos importa si os colgáis del larguero durante 80 minutos y metéis un gol en el tercer minuto de descuento, presumiendo de lograr una hazaña digna del fútbol germano y del rodillo que era el Bayern München y la Mannschaft en los años 70, perdiendo partidos por 2 goles y arreglándolos en 5 minutos. No es lo mismo la épica que la buena fortuna; Alemania daba la vida en el césped, jugaba con amor a sus colores y a su causa, el Madrid colgó balones y tuvo la bendita suerte, digna del Chelsea en la final de Champions en 2012 y de Uefa en 2013 o de MBia este mismo año en la Uefa, de meter un gol para así poder lograr hacer "felices" a tantos seguidores, poco comprometidos con el buen fútbol y con el espectáculo, pero sí mucho con los resultados, muy fans de Maquiavelo, del cual pocos sabrán ni que existe, "el fin justifica los medios", "el goce justifica el interés", "la copa justifica el poco sentimiento y el poco gusto por hacer las cosas bien". La suerte sonríe demasiadas veces, pero otras tantas es demasiado esquiva, así lo pensarían los jugadores merengues durante gran parte del partido del sábado y así lo pensarían los atléticos, fieros luchadores, tras el batacazo de la prórroga. 


Casualmente, este gran partido, inédito en la historia del fútbol, coincidió, un día después, con las elecciones al Parlamento Europeo, las cuales supusieron un golpe durísimo para los dos grandes partidos españoles, el PP y el PSOE, o lo que es lo mismo, el Madrid y el Barça, e hicieron que partidos minoritarios con respecto a esas dos grandes potencias surgieran de sus cenizas y los hiciesen tambalear, Podemos!, IU, UPyD y demás partidos recientemente fundados o modificados, vaya, como en el fútbol, el Atlético acaba con la hegemonía Barça-Madrid, con el bipartidismo, el Valencia revienta la Liga en el Bernabéu y gana en el Camp Nou, el Celta baila al Real Madrid en Balaídos, el Sevilla gana la UEFA y Rakitic´ se burla de Pepe con un sombrero digno del mágico Ronaldo de Assis Moreira. Que casualidades tan extravagantes, los tiempos están cambiando o eso parece, esperemos que no sea un espejismo, esperemos que no estemos siendo esclavos de lo que necesitamos escuchar, sino de lo que necesitamos hacer y que hagan los políticos, me parece muy bonito el discurso de Pablo Iglesias, alentador y seguro que le ha comido la cabeza a más de uno, el cual necesitaba escuchar todo eso, fuera PP y PSOE, fuerza a los estudiantes, libertad, y todas esas cosas tan bonitas y que tanto faltan. Exigimos a los políticos que tomen medidas, protestamos, les agredimos e insultamos, destrozamos calles, ¿hemos solucionado algo? Nada, queremos las cosas ya, calentitas, recién salidas del horno, pensamos que desarrollar una sociedad es como meter una pizza en el horno y después sacarla, parecemos forofos del Real Madrid, !queremos la Décima!, !La queremos ya, nos da igual cómo! Ganadla cómo sea, eso sí, si perdéis, disculpad la expresión, pero sois unos mierdas y unos mercenarios, pero si ganáis, aunque sea sin esfuerzo, sois los "putos amos"





Así va la política, tengamos paciencia, esperemos a que las cosas se estabilicen, que aunque parezca que no, poco a poco lo están haciendo, hay veces que debemos pasar hambre un tiempo para luego poder comer en abundancia, el futuro es próspero si nos ayudamos y dejamos de ser cazurros, maquiavelistas y resultadistas, como dijo Valdano, ex-jugador y director deportivo del Real Madrid y campeón del mundo con Argentina allá por la década de los 80, entre otras muchas cosas, "ganar queremos todos, pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza. Es como pretender elegir entre un imbécil bueno o un inteligente malo."



miércoles, 21 de mayo de 2014

El propósito infinito; menos ciencia y más conciencia.

Algunos dicen que somos el único ser cultural y realmente están equivocados, quizás seamos el ser con la cultura más desarrollada y más complicada de todas, pero no por eso somos el único que la tenga ni somos el ser superior. La cultura no es más que el conjunto de pautas o conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra vida de forma no instintiva para poder responder a las situaciones que se nos presentan. La forma de adquirir estas pautas no es otra que el aprendizaje o la imitación. Gran cantidad de estudios avalan que no somos los únicos seres culturales, pues muchos primates, como chimpancés o gorilas son capaces de adquirir estas pautas que la naturaleza no introduce en sus genes. Un caso llamativo es el de un grupo de monos en Japón que eran capaces de utilizar sus facultades intelectuales y aplicarlas al entorno que les rodea y así, recogían patatas e iban al río a lavarlas para que les supiesen mejor o para lo que fuese. Esta conducta es aprendida y ha sido enseñada de padres a hijos mediante la repetición y la imitación de cómo se ha de realizar el proceso de lavado de las patatas en el río; dentro de la estructura genética de estos monos no va escrito cómo tienen que limpiar las patatas, por tanto esta forma de actuar es totalmente cultural, definiendo la cultura como lo que antes dije. A alguno se le caería la baba y a otros muchos se les cerraría la boca, no somos los reyes del mambo, tenemos capacidad racional, muy bien, pero, esa capacidad no sólo nos hace sentirnos por encima sino que muchas veces nos hace estar por debajo y tratar a los demás seres como meros utensilios para nuestra satisfacción.

El antropocentrismo, el especismo, el egoísmo e incluso el etnocentrismo, hacen que la vida sea muy diferente y mucho más complicada de lo que debería ser. Antes había un Dios, hoy hay cientos de millones y no son más que cada uno de los seres humanos habitantes del planeta, con un ego tan grande que se creen capaces de hacer y considerar todo lo que quieran. Las personas explotan el medio de manera descontrolada, sin  importar que un día nos quedemos sin recurso alguno, la falta de sensibilidad con el medioambiente es gigantesca; pues a estos “entes racionales” les importa más tener un anillo bañado en oro que gozar de una naturaleza pura y de un medioambiente limpio y sostenible, podemos decir que el ser humano normalmente se rige por intereses privados, es decir, únicamente busca su beneficio sin pensar en las repercusiones que pueda traer; casi siempre busca enriquecerse económicamente o acumular la máxima cantidad de bienes materiales posibles.



Muchos se respaldarán en el progreso para realizar las mayores perversiones y atrocidades jamás vistas por el universo. Grandes masacres, tala indiscriminada de bosques, exterminio de especies animales, manipulación y destrucción del medio, adaptación de la naturaleza a nosotros. Realizando todo esto, lo que buscan es el progreso, pero no un progreso cualquiera sino un progreso ilimitado, con un destino que nadie es capaz de ver ni de fijar, un progreso que hace mucho tiempo dejó de ser sano y dejó de ir hacia arriba. Somos seres capaces de perforar la tierra y hacer las más complejas piruetas para poder extraer un líquido negro y viscoso, el cual es nuestro sustento de vida, pues gran cantidad de materiales que empleamos y la mayor parte del combustible que gastan nuestros vehículos proceden de un proceso de transformación y refinamiento del mismo. Si nosotros somos buenos y somos los más cercanos a la perfección, no me puedo imaginar cómo serán los menos perfectos. Creo que somos el peor intruso y el peor parásito que la Tierra ha albergado, pero aun así, somos un ser envidiable y capaz de realizar actos inverosímiles para lo débil que aparentamos y lo salvajes que hacemos que nos perciban.




lunes, 19 de mayo de 2014

El punzón de Dios y el problema de la perfección

Es curioso como se suele atacar a la figura de Dios afirmando que, como hay más muerte que vida, este mismo ser no existe, ya que si así fuese, sería bondadoso y no dejaría morir a nadie, todos estaríamos en paz y reinaría la armonía. Pero, ¿por qué Dios tiene que ser perfecto? Y lo que es más incisivo, ¿por qué Dios tiene que ser bueno? Es cierto que muchas religiones así lo consideran, pero esta actitud vuelve a ser un tanto atrevida, pues de la naturaleza de este ente poco sabemos, así que pocas cosas podremos decir. Si pensamos lógica y racionalmente, este ser no puede ser perfecto, ya que si lo es, ¿para qué crea el mundo si lo sabe todo?, ¿para qué existe si lo sabe todo? Aparte de estas cuestiones, ser perfecto es extremadamente aburrido, pues si todo lo sabemos y todo lo podemos, no tiene sentido nuestra existencia, ¿para qué vivir si ya lo sabemos todo? Aquí sí que sería lógico considerar una postura afinalista, ya que si todo lo sé, mi vida ya no tiene fin, porque ya se ha cumplido. Es complicado para los creyentes, lo sé, pero me parece absolutamente lógico que, Dios, si es que existe, no es perfecto. Aquí se nos presenta un problema, el cual nos indica que no somos capaces de afirmar que la naturaleza no sea la obra de un autor, inteligente o no. Imaginemos a un pintor; coloca un lienzo sobre un caballete y con un pincel comienza a realizar trazos sobre el mismo, acaba esa tarea y le sale mal, por tanto deshecha ese lienzo coloreado y así lo hará hasta que uno le salga bien, el cual mantendrá y mostrará. Le pasará esto muchas veces, muchas representaciones artísticas le saldrán mal y otras, muchas menos, le saldrán bien. Esas representaciones no son más que los seres que han surgido de manera adecuada y pueden sobrevivir, el resto son abortos, seres malformados, muertes o seres que no llegan a desarrollarse. Este autor es Dios o una fuerza o ser de otra realidad o dimensión, es solamente un ejemplo para mostrar que, a pesar de que la destrucción sea mayor que la vida, eso no exime de la posible existencia de la figura de una deidad o ente racional, organizador y creador.





No podemos negar que Dios exista, tampoco podemos afirmar que existe o al menos es extremadamente difícil. Decir que un ente existe porque no es posible demostrar su no-existencia es muy, pero que muy superficial, ya que, si lo consideramos así: orcos, duendes, unicornios y el spaghetti volador, existen, pues nadie es capaz de demostrar lo contrario, a pesar de que todo el mundo los descarte a la hora de afirmar las cosas que son reales y las que no. Pero decir que un autor racional no existe porque nadie lo ha visto, es también superficial hasta la médula, pues es como decir que nuestro cerebro no existe porque no lo vemos o decir que nuestros órganos internos tampoco, por el mismo motivo.


miércoles, 7 de mayo de 2014

Charles Darwin, tengo una carta para ti.

Veo que te encanta rechazar el finalismo y al mismo Dios, pero, ¿por qué? Quizás le tienes una fuerte manía. Llegaste a afirmar que las especies que componen la naturaleza no se movían buscando un fin, porque si no sobrevivirían todas y entonces no habría evolución. En serio, ¿qué me intentas decir, grandioso evolucionista, con esto? Quizás estés gritando a los cuatro vientos que no eres capaz de usar el sentido común ni de ver más allá de lo que tienes delante. ¿No es cierto que todos los seres humanos nos marcamos metas y fines en la vida? Algunos los cumplimos y otros no, pero esto no quiere decir que no tengamos fines que nos muevan, aunque para ti sí. Bien es cierto que muchas veces, al cumplir un objetivo en nuestra vida, hacemos que otra persona no lo cumpla, pero esto no quiere decir nada, ya que cada uno tiene las capacidades que tiene para conseguir lo que se propone. Lo mismo pasa con los animales y plantas, algunos tendrán fines, supongo que todos querrán sobrevivir, pues eso, querido amigo, ya es una meta a seguir; y otros no los tendrán, eso sí, todos tienen sus armas para luchar por su consecución y algunas están más o menos desarrolladas que otras y por eso, unos sobreviven y otros mueren. Pero, mi buen amigo Darwin, eso no quiere decir que no exista finalidad en la naturaleza y mucho menos quiere decir que los individuos de una especie no se marquen objetivos ni tengan fines en su vida.


Dos siglos después de todo lo que has dicho, tu teoría sigue teniendo gran cantidad de agujeros y malformaciones, aparte de que has sido demasiado atrevido; eres una figura envidiable, la teoría de la evolución es innegable, pero no es del todo como tú dices, aparte de eso, afirmar que no ha metido mano un autor inteligente, es muy poco humilde por tu parte, sería mejor que dijeses que no lo sabes y te ahorrarías cientos y miles de críticas. Por eso y muchas cosas más, este humilde aficionado que está estudiando tus teorías, te desea unas buenas tardes y que sigas conservándote tan bien. Un saludo, amigo mío.