martes, 6 de junio de 2017

No aprendemos

Quizá es una simple impresión, pero veo que al final todos los seres humanos somos iguales. Todos necesitamos odiar y amar de alguna forma. Sería estúpido defender que no somos diferentes, pues cada uno es indiscernible y único, pero lo que es cierto es que siempre nos comportamos igual. Hablamos mal de los demás cuando no están, y nos creemos siempre mejores que ellos, pues situamos nuestro criterio como pauta y guía universal presuponiendo que todo ha de satisfacer lo que este capricho demanda.

Pero no nos damos cuenta que lo que criticamos de otros lo hacemos nosotros también. Juzgamos a los demás como buenos o malos dependiendo de si lo que hacen es aceptado por dicho criterio o no. Y así estamos, sin cambiar lo más mínimo, esperando que algún día aparezca un boticario con una pócima mágica que sirva para curar estos defectos, o un mesías salvador que nos guíe por el recto sendero. Pero esperamos y no hacemos nada por cambiar. Nos quejamos y lamentamos, pero seguimos comportándonos igual sin intención de cambiar. "Es que yo soy así, es que yo soy así, y nada o nadie me va a cambiar"... No me imagino dónde estaríamos hoy si los grandes héroes y pensadores de la historia tuviesen esas ideas. ¿Qué sería del propio sistema capitalista, el cual se fundamenta en el cambio constante?, ¿qué sería de la enseñanza, la cual sirve para transformar a los sujetos desde bien pequeños?

Hemos de cambiar, pero a ver cómo.