domingo, 7 de septiembre de 2014

Mírense en este espejo, el fútbol.

No cabe duda de que el fútbol es un deporte mayoritario, el más jugado y seguido en todas las partes de nuestro planeta. Quizá muchos no estemos de acuerdo en que sea un deporte bonito, pero no podemos poner en duda lo anterior, aunque nos duela, son datos contrastados, sólo tienen que alzar la vista. Lejos de consideraciones machistas sobre el balompié y de críticas hacia el comportamiento de algunos futbolistas, parece que esta disciplina deportiva es un reflejo de nuestra sociedad, el espejo de todas nuestras vidas, una imitación hecha a medida por el mejor sastre posible.

Me he fijado en que cuando juegas al fútbol, no puedes sentirte mejor que tu rival, porque muchas veces te ganará un contrincante que quizá no sea capaz ni de dar tres pases seguidos, pero ha tenido la santa fortuna de encontrarse con un córner o falta lateral y, en una jugada embarullada, ha encontrado el balón y ha metido gol, el resto ya es cuestión de fe y más fortuna. Parece ser el único deporte en el que pasa esto; tu equipo acaba el partido con un 80% de posesión y tirando 22 veces a puerta, controlando el encuentro de principio a fin y tu rival acaba con un mísero 20%, y eso que también se cuenta en la misma el tiempo que el portero tarda en realizar el saque de arco, y con un tiro a puerta, el cual ha sido gol.


Es triste pero en nuestra vida pasa lo mismo, muchas personas sin haber hecho casi absolutamente nada, viven de la mejor manera y con todos los lujos posibles y otras, con gran esfuerzo, tienen muchísimas dificultades para poder vivir. Un típico caso es el del hombre que trata mal a las mujeres y que las tiene a pares, posiblemente no sea ni atractivo, no sería el primer caso, pero tiene esa fortuna, esa chispa que ha encendido en su interior, algo que parece ser demasiado injusto si comparamos su trabajo con el de otros hombres caballerescos y respetuosos con las mujeres. Quizá a las mismas les guste pasarlo mal, bromas aparte, el fútbol es algo así, me acuerdo en el año 2008 en la segunda jornada de La Liga, cuando el Racing visitaba el Camp Nou, Racing que venía de jugar la pasada campaña la Liga Europa y que no era tan frágil como hace un par de temporadas. El Barça tiró una barbaridad de veces a puerta, el partido fue un bombardeo blaugrana constante, y acabó metiendo un gol de cualquier manera, un churro, pero, en la siguiente jugada, penalti a favor de los de Santander, empate y se acabó el encuentro. Hoy ese mismo equipo, el que visitó el Nou Camp, está en 2ª División y realizó viajes relámpago a 2ª División B, pasándolo verdaderamente mal y estando al borde de la desaparición por problemas económicos. Puede que la suerte haya querido darle un escarmiento por la mediocridad mostrada en ese partido o puede que realmente exista la justicia poética, es más, quizá realmente todo lo que nos dicen sobre que el trabajo y la constancia acaban dando sus frutos, sea cierto, pues el Barcelona acabó haciéndose con la Triple Corona esa temporada, hecho que sólo habían logrado tres equipos anteriormente y que después de él, lo conseguirían otros dos más, Inter de Milán y FC Bayern München.


Alumnos que no estudian y aprueban exámenes, afortunados que se encuentran con 50 euros tirados en la puerta de su casa, personas que encuentran trabajo sin ir a buscarlo, esta es una parte de la vida por injusta que parezca y así es el fútbol en gran cantidad de ocasiones, ¿siguen pensado que no es más que un deporte?



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