lunes, 15 de septiembre de 2014

La ciencia predilecta, Deus sive Mathematica.

No cabe duda de que las matemáticas han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad. Cada época ha presentado sus problemas y ha intentando desarrollar la mejor forma para resolverlos, así, en la prehistoria, etapa en la que era de suma importancia cazar y recolectar, se desarrolló un sistema de cuantificación para saber cuántos animales habían de ser capturados y cuánto fruto o cultivo debería ser recogido.



Con el paso del tiempo, la ciencia por excelencia se fue complicando cada vez más, desde la geometría necesaria para construir monumentos megalíticos tales como Stonehenge hasta las grandes pirámides, las cuales están bañadas de cientos de misterios.

El salto más sustancial dado por parte de esta disciplina de conocimiento humano, se produjo en la Antigua Grecia, cuna de la civilización occidental. De la mano de Euclides y sus Elementos, de Tales de Mileto y sus teoremas, así como de Pitágoras y Arquímedes, las matemáticas comenzaron a convertirse en la ciencia madre, base de todas las demás y a la que todas deberían hacer caso y tener en cuenta, pues de sus enunciados, desarrollos y teoremas, partían las más elementales verdades y certezas de nuestro mundo, 2+2=4, un triángulo tiene 3 lados y la suma de sus ángulos es 180º. Imaginen un cuadrado triangular, ya sé que es imposible, pero ahora imaginen una hormiga antropomórfica, sé que pueden, curioso.


Las matemáticas, después de esta época, comenzaron a evolucionar de manera escandalosa, de la mano de intelectuales asiáticos como Zhang Heng y Yang Hui con su diagrama combinatorio complejo, el cuadrado mágico. A partir del siglo IX, la comunidad islámica también se apuntó a esta grandiosa aventura y, haciendo gala de lo avanzada que era su civilización para la época, expertos como Al- Karaji y Al-Juarismi, padre del álgebra, continuaron complicando el asunto.

En un tardío Renacimiento, los filósofos racionalistas, entre otros, muy interesados en aritmética y geometría, tomaron el legado de un tiempo pasado, así Descartes con su sistema de coordenadas (x,y) y Spinoza, capaz de escribir una obra de ética fundamentada en la geometría, son fundamentales. Leibniz, de la anterior escuela, en un mano a mano con la mente más brillante de la historia de la humanidad, Isaac Newton, desarrolla el tan famoso cálculo infinitesimal.

A partir del siglo XIX, todo es mucho más abstracto, Gauss con su teorema fundamental de la aritmética y de la ley de reciprocidad cuadrática y su prueba, es uno de los más que posibles padres de la matemática no euclidiana, junto a Riemann, padre del concepto de variedad, o de la geometría que lleva su mismo nombre.

En el siglo XX, el tema ya se torna inabarcable, hay matemáticas para todo y de todo tipo, está presente el teorema de incompletitud de Gödel, la demostración de la conjetura de Tamiyama-Shimura, que va de la mano con la demostración del último teorema de Fermat y la demostración de las conjeturas de Well por parte de P.Deligne. Se desarrollan múltiples disciplinas, topología, geometría diferencial, lógica, geometría algebraica, etc; las necesidades son absolutamente diferentes y la matemática se va desarrollando a la par que las mismas, pero manteniendo su esencia, 8+23 son 35, aquí y en cualquier otra parte del universo, en cualquier estación del año y en cualquier época histórica; he mentido, la suma anterior da como resultado 31, estén atentos, soy como el duendecillo maligno tan amigo de Descartes.


La historia de las matemáticas es cuanto menos curiosa, podríamos realizar una analogía con la vida de una persona, la cual nace en un momento determinado como la anterior disciplina, empieza a preocuparse por una serie de problemas e intenta encontrar la manera de solventarlos, pero, más adelante, encuentra otros más complejos, los cuales tiene que discurrir sobre cómo resolver y así, sucesivamente. El problema de las personas es que con la edad nos vamos destruyendo, oxidando y acabamos muriendo, con las matemáticas no pasa esto, o eso parece, cada año que pasa se vuelven más perfectas o menos imperfectas, cómo quieran, "las matemáticas no fallan, fallan los matemáticos", en su condición humana, claro está. Posiblemente, la madre de todas las ciencias tenga que morir un día, pues si es producto del intelecto humano para comprender mejor la naturaleza, se morirá cuando el último hombre, con capacidad para entender y utilizar esta disciplina, perezca, esto pasará, seguro, no sé cuándo; la estancia de las especies en este y en cualquier planeta es muy cara y nunca, como es lógico, podrá ser infinita. El caso es que quizá las matemáticas no sean un producto de la invención humana para comprender mejor todo lo que nos rodea, sino que ya estuviesen constituidas antes de que cualquier hombre o mujer existiese. Puede que un ser caprichoso, haya construido todo este mundo utilizando ese arte, mezclado con otros, como podrían ser la arquitectura, geometría, química, física, etc. Puede que la naturaleza misma, consciente de su propia complejidad, haya inventado esta ciencia para hacerle todo más sencillo y comprensible al hombre y para que éste, se lo haga a ella también. Es curioso como gran cantidad de cosas que las matemáticas nos dicen, son indiscutibles y no se tienen demasiado en cuenta y como otras, probablemente inventadas por los seres humanos, como las verdades reveladas por diferentes religiones, las tenemos muy presentes y pocas veces las hemos puesto en duda. ¿Por qué tienen las matemáticas esta certeza?,¿Las hemos descubierto o las hemos inventado?, ¿Ustedes qué creen? 

Yo me muevo en el misterio, tengan buenas noches.



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