Puede que estemos convencidos de muchas
cosas importantes, pero lo peor que podemos hacer
es tener miedo a fracasar, no intentar mejorar las cosas. Debemos pensar lo que
es mejor y peor para todos, no dejarnos llevar por construcciones e ideas
ficticias que no tienen ningún fundamento coherente y racional. Una teóloga
israelita, Mary Daly, afirma que Dios puede que sea una mujer y que no es el Señor, sino la Señora; si hace 800 años dice esto, acaba colgada de un pino, pero,
esta idea no es para nada descabellada y, piensen, con la gran cantidad de
ideas estúpidas que nos meten en la cabeza, ¿qué más da que el ente imaginario
con más amigos en la humanidad sea varón o mujer?
No sé si Dios existe, no tengo ni idea
de por qué nuestra especie está tan desarrollada, y mucho menos sé si llegó
antes al mundo el huevo o la gallina, puedo intuirlo, pero…, no lo sé. Bruce
Willis, en tono un tanto burlesco, pero de manera muy profunda, decía en El Ultimo Boy Scout, “el agua moja, el cielo es azul, las mujeres
tienen secretos… ¿a quién le importa?” No sé ciertamente lo que este hombre
quería decir, sí entiendo el contexto en el que lo expresaba y me parece
propicio hacer una representación del mismo.
Nuestro amigo, Joe Halenbeck (Bruce
Willis) es un detective y escolta privado y ha sido contratado para proteger a
la novia de un exjugador de fútbol americano. La chica es la actriz Halle Berry y el
exdeportista es el actor Damon Wayans. Willis espera sentado bebiendo un poco
de whisky a que llegue la mujer, la cual es bailarina, más tarde llega su novio
y empieza a interrogar al detective, le pregunta qué intenciones tiene con su
chica y demás y él le cuenta que sólo ha sido contratado para protegerla. En un
arrebato, Damon insulta al escolta privado y le recrimina que su novia no le ha
dicho nada y ahí es cuando le suelta la anterior frase lapidaria. Sin más, creo
que aparte de hacer un pequeño chiste con el tema de las mujeres, lo cual no
exime de que sea verdad, aplica su experiencia personal; puede que mates a mucha
gente, puede que te portes muy mal, quizá lo hagas muy bien, puedes convertir
todos los puntos que quieras, incluso puedes pegarme, o seguir siendo un
drogadicto, pero por mucho que intentes llamar la atención y ser diferente, hay
cosas que nunca van a cambiar o al menos nosotros no vamos a ver cómo cambian
(cosas que llevan siendo así desde los albores de la humanidad y del
establecimiento de la sociedad), así que, haz lo que quieras, pero sabes
perfectamente que el cielo siempre va a ser azul, o al menos nosotros siempre
lo vamos a ver así por regla general y las mujeres siempre van a esconder
cosas, a guardar secretos, entre ellas o quizá ni eso, y que decir del agua,
ella siempre nos ha mojado y siempre lo hará, cuando deje de hacerlo, ya no será
ese líquido. No se preocupen, no voy a volver a repetir la frase.
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