miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ni profundo ni poco hondo, las cosas son como son.

Puede que estemos convencidos de muchas cosas importantes, pero lo peor que podemos hacer es tener miedo a fracasar, no intentar mejorar las cosas. Debemos pensar lo que es mejor y peor para todos, no dejarnos llevar por construcciones e ideas ficticias que no tienen ningún fundamento coherente y racional. Una teóloga israelita, Mary Daly, afirma que Dios puede que sea una mujer y que no es el Señor, sino la Señora; si hace 800 años dice esto, acaba colgada de un pino, pero, esta idea no es para nada descabellada y, piensen, con la gran cantidad de ideas estúpidas que nos meten en la cabeza, ¿qué más da que el ente imaginario con más amigos en la humanidad sea varón o mujer?

No sé si Dios existe, no tengo ni idea de por qué nuestra especie está tan desarrollada, y mucho menos sé si llegó antes al mundo el huevo o la gallina, puedo intuirlo, pero…, no lo sé. Bruce Willis, en tono un tanto burlesco, pero de manera muy profunda, decía en El Ultimo Boy Scout, “el agua moja, el cielo es azul, las mujeres tienen secretos… ¿a quién le importa?” No sé ciertamente lo que este hombre quería decir, sí entiendo el contexto en el que lo expresaba y me parece propicio hacer una representación del mismo.



Nuestro amigo, Joe Halenbeck (Bruce Willis) es un detective y escolta privado y ha sido contratado para proteger a la novia de un exjugador de fútbol americano.  La chica es la actriz Halle Berry y el exdeportista es el actor Damon Wayans. Willis espera sentado bebiendo un poco de whisky a que llegue la mujer, la cual es bailarina, más tarde llega su novio y empieza a interrogar al detective, le pregunta qué intenciones tiene con su chica y demás y él le cuenta que sólo ha sido contratado para protegerla. En un arrebato, Damon insulta al escolta privado y le recrimina que su novia no le ha dicho nada y ahí es cuando le suelta la anterior frase lapidaria. Sin más, creo que aparte de hacer un pequeño chiste con el tema de las mujeres, lo cual no exime de que sea verdad, aplica su experiencia personal; puede que mates a mucha gente, puede que te portes muy mal, quizá lo hagas muy bien, puedes convertir todos los puntos que quieras, incluso puedes pegarme, o seguir siendo un drogadicto, pero por mucho que intentes llamar la atención y ser diferente, hay cosas que nunca van a cambiar o al menos nosotros no vamos a ver cómo cambian (cosas que llevan siendo así desde los albores de la humanidad y del establecimiento de la sociedad), así que, haz lo que quieras, pero sabes perfectamente que el cielo siempre va a ser azul, o al menos nosotros siempre lo vamos a ver así por regla general y las mujeres siempre van a esconder cosas, a guardar secretos, entre ellas o quizá ni eso, y que decir del agua, ella siempre nos ha mojado y siempre lo hará, cuando deje de hacerlo, ya no será ese líquido. No se preocupen, no voy a volver a repetir la frase.


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