miércoles, 7 de mayo de 2014

Charles Darwin, tengo una carta para ti.

Veo que te encanta rechazar el finalismo y al mismo Dios, pero, ¿por qué? Quizás le tienes una fuerte manía. Llegaste a afirmar que las especies que componen la naturaleza no se movían buscando un fin, porque si no sobrevivirían todas y entonces no habría evolución. En serio, ¿qué me intentas decir, grandioso evolucionista, con esto? Quizás estés gritando a los cuatro vientos que no eres capaz de usar el sentido común ni de ver más allá de lo que tienes delante. ¿No es cierto que todos los seres humanos nos marcamos metas y fines en la vida? Algunos los cumplimos y otros no, pero esto no quiere decir que no tengamos fines que nos muevan, aunque para ti sí. Bien es cierto que muchas veces, al cumplir un objetivo en nuestra vida, hacemos que otra persona no lo cumpla, pero esto no quiere decir nada, ya que cada uno tiene las capacidades que tiene para conseguir lo que se propone. Lo mismo pasa con los animales y plantas, algunos tendrán fines, supongo que todos querrán sobrevivir, pues eso, querido amigo, ya es una meta a seguir; y otros no los tendrán, eso sí, todos tienen sus armas para luchar por su consecución y algunas están más o menos desarrolladas que otras y por eso, unos sobreviven y otros mueren. Pero, mi buen amigo Darwin, eso no quiere decir que no exista finalidad en la naturaleza y mucho menos quiere decir que los individuos de una especie no se marquen objetivos ni tengan fines en su vida.


Dos siglos después de todo lo que has dicho, tu teoría sigue teniendo gran cantidad de agujeros y malformaciones, aparte de que has sido demasiado atrevido; eres una figura envidiable, la teoría de la evolución es innegable, pero no es del todo como tú dices, aparte de eso, afirmar que no ha metido mano un autor inteligente, es muy poco humilde por tu parte, sería mejor que dijeses que no lo sabes y te ahorrarías cientos y miles de críticas. Por eso y muchas cosas más, este humilde aficionado que está estudiando tus teorías, te desea unas buenas tardes y que sigas conservándote tan bien. Un saludo, amigo mío.


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