martes, 27 de diciembre de 2016

China y el "Dulce Comercio"

Si existe un país que ejemplifique el proyecto expansionista no-violento ese es China. Sin considerar nada acerca de su gobierno, el cual muy posiblemente no caiga ni para un lado (capitalista) ni para el otro (comunismo), sino que permanezca en un punto medio, nos encontramos con un país que ha sido capaz de expandirse desde hace más de 20 años sin ningún conflicto armado de grandes dimensiones, exceptuando alguna represalía ejercida contra los revolucionarios del Tibet.

Y es que el país chino no ha necesitado ninguna guerra ni conflicto bélico para conseguir recursos y para desarrollarse y expandirse, sino que, con enorme astucia, los ciudadanos chinos han sabido manejar el mejor y más adecuado metodo que hoy por hoy tenían a su disposición: el comercio. China ha entendido que la guerra y la dominación de otros territorios a través de la fuerza no es el camino más acertado, sino que el realmente adecuado es el camino del comercio. Así, sin pretender una dominación directa el gigante asiático está entre las tres potencias económicas más poderosas del mundo, y mientras el resto de países entran en diferentes conflictos y creen que se disputan la hegemonía terrestre, China sigue a lo suyo: aumentando su producción y su ganancia, incrementando el nivel de sus empresas, comprando empresas extranjeras... Mientras otros se empecinan en seguir peleando para dominar el mundo, los chinos se han dado cuenta de que ese no es el camino, que el mundo puede llegar a gobernarse sin ninguna guerra, sino a través de las finanzas y la economía, de las que todo depende a día de hoy. 



¿Buen método para conseguir la paz o demasiado mundano? La historia nos dará la respuesta.  

 

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