domingo, 5 de enero de 2014

El Biocentrismo y la ilusión de la muerte.

Una gran teoría de estos tiempos sobre el universo, su porqué  y su devenir es la teoría del Biocentrismo, teoría desarrollada por el ilustre Robert Lanza, experto en medicina regenerativa; la teoría viene a decir lo siguiente:


1) Lo que percibimos como realidad es un proceso que exige la participación de la conciencia.

2) Nuestras percepciones exteriores e interiores están inextricablemente entrelazadas; son dos caras de una misma moneda.

3) El comportamiento de las partículas subatómicas está ligado a la presencia de un observador. Sin la presencia de tal observador consciente, existen, como mucho, en un estado indeterminado de ondas de probabilidad.

4) Sin conciencia, la materia reside en un estado de probabilidad indeterminado. Cualquier universo que pudiera haber precedido a la consciencia habría existido solo en un estado de probabilidad.

5) Solo el biocentrismo puede explicar la estructura del universo. El universo está ajustado de forma sublime para que en él haya vida, lo cual tiene sentido, ya que la vida crea al universo y no al contrario. El universo es la lógica espaciotemporal completa del ser.

6) El tiempo no tiene existencia real fuera de la percepción sensorial animal. El tiempo es el proceso mediante el cual percibimos los cambios del universo.

7) El espacio no es un objeto. El espacio es otra forma de nuestro entendimiento animal y carece de realidad independiente. Llevamos el espacio y el tiempo con nosotros adondequiera que vamos. Así pues, no hay una matriz absoluta con existencia propia e independiente de la vida en la que ocurran los acontecimientos físicos.



La teoría de Robert Lanza trae consigo una serie de innovaciones escandalosas a la hora de ver lo que es la vida y demás, llega a afirmar el pensador norteamericano, que la muerte no existe, que es simplemente una ilusión creada por la manera en que los seres humanos vemos la realidad. Al ser espacio y tiempo elementos de nuestra conciencia para hacer la vida más sencilla, la muerte se convierte en un elemento más de nuestra conciencia, afirmando que existen infinidad de universos con diferentes variaciones de personas y situaciones que tienen lugar simultáneamente, así todo lo que posiblemente puede ocurrir, está ocurriendo en algún momento en uno de estos universos posibles. Podemos ser inmortales si así lo construimos en nuestra mente.

Para fundamentar su teoría se basa en implicaciones extraídas de la mecánica cuántica y sobretodo en la observación del famoso experimento de doble rendija.



Yo, entonces desde un punto vista bastante ignorante con respecto a la profundización en el tema por parte de Robert Lanza y demás colegas, me pregunto si en cierto modo el tan famoso ser creador, coordinador de todo lo que existe al final es la vida misma, o nosotros mismos. ¿Somos los seres vivos, más concretamente, los seres con autoconciencia, capaces de construir la realidad? ¿Es posible que existe la realidad sin un observador consciente? La respuesta a esta segunda pregunta basándonos en todo lo expuesto anteriormente es un no rotundo; el mundo es posibilidad y nosotros somos el cuchillo que corta la mantequilla para decidir en que se va a convertir esa posibilidad. Somos parte de una matriz, una matriz eterna e infinita de la que nunca nos vamos a escapar y como dice Robert Lanza, de forma bastante acertada bajo mi punto de vista: " La vida es una aventura que trasciende nuestro modo ordinario de pensar. Cuando morimos, no lo hacemos aleatoriamente en la bola de billar de la matriz, sino en la ineludible matriz de la vida."  Buenas noches a todos, pasen una feliz noche de reyes y una feliz vida.



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